martes, 19 de mayo de 2009

La historia de una tela

Érase una vez un pequeño trozo de tela que encontraba muy solo en medio de una hilandería, los demás hilos iban y venían convirtiéndose en maravillosos estampados, lunares y telas de colores...y ella no era más que un simple trocito de tela de un color que según había oído decir a las hilanderas ya no estaba de "moda", ya nadie querría vestirlo nunca más, nunca se haría vestido, ni siquiera serviría como tela de un misero bolsillo, y todo buen hilo que se precie, sabe que no hay nada más humillante que acabar siendo parte de un bolsillo en el lateral de un traje, eso era cosa para los forros, que eran hilos de otro costal....
Así que en vista del penoso panorama que se le presentaba por delante, decidió salir de aquella hilandería que había sido su hogar durante años, allí había nacido,se había convertido en un hilo fantástico, igual de fuerte que los demás hilos, lo habían confeccionado y terminó por convertirse en una tela de un solo tono, que había sido muy utilizada, para trajes y chaquetas, vestidos y por que no decirlo,también algún que otro pantalón para los caballeros bien de la ciudad, pero nunca, nunca, jamás se había convertido en un bolsillo, que humillante hubiese sido eso....
Su aventura comenzaría una vez que saliese de aquella hilandería, pero para ello tenía que trazar un plan, pues las telas no tienen pies, ni siquiera patas, como el perro de la señora Riple, la hilandera más vieja de aquel lugar... después de mucho darle vueltas decidió que saldría por entre las aspas del ventilador que las hilanderas siempre encedían en los meses de verano, y puesto que ya era agosto, ese día a las doce en punto el gigantesco ventilador que estaba incrustado en la pared comenzaría a funcionar.
A las doce en punto como había previsto el ventilador comenzó a dar vueltas atrayendo todos aquello que pesase menos que la cabeza de un alfiler hacía él, era su momento miro alrededor una última vez, y dejó que el el aire que llegaba proveniente del ventilador lo levantase, comenzó a elevarse, sentía un miedo atroz por temor de que las aspas del ventilador que iban a una velocidad pasmosa pudiesen cortarle en dos, pero se dijo es ahora o nunca, después de todo era una tela sin futuro allí dentro, echó un último vistazo a la hilandería y a todas aquella buenas mujeres que le habían dado tanto uso antaño...y sintió pena en su hilado corazón.
A continuación un ruido atroz hizo que casi se desilachara por completo..... pero todo había pasado, se encontraba fuera, en la calle, y por primera vez se sintió esperanzadora, podría ser lo que quisiera e ir a donde quisiera, ya no sería una tela pasada de moda, viendo como las demás se convertían en preciosos vestidos y trajes, mientras ella se quedaba allí sola y tirada en cualquier lugar de la hilandería...era libre!!!

11 comentarios:

  1. Tod@s queremos ser ese trozo de tela en algún momento de nuestra vida!

    Te haría el favor de enviarte el sms pero creo q agoté mi suerte aquella mañana de sábado.

    Besiños!

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  2. Que bonita historia!!! me ha gustado mucho, y eso que estoy griposilla...jejeje.
    Un beso

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  3. Eso es lo que yo llamo harte.

    - si, si, una h, lo se -

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  4. te oooooooooooooooooooooooooddddddddiiiio

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  5. ummmm.....ya despierto más emociones y críticas desfavorables....con lo que a mi me gustan

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  6. eso qqqqqqqqqqq jijijiji

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  7. mmm esto ... es una pavades!!!:(

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  8. q peste huele !!!esto y mucho aprenmde a mentir !!!!

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  9. muy original tu historia y muy linda te felicito segui escribienso un beso

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  10. es muy buena la idea la metafora con la naturaleza del alma y la relacion de lo femenino con la tela y l vestido es perfecta.
    habria que trabajarle a la cadencia de la historia y la subtileza en las imagenes.

    me gusto mucho

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