La vida de Moses (el ángel caído) cap. 6

Se despertó temprano, algo sobresaltado por todas las imágenes de su cabeza, era como estar en otro mundo, viviendo otra realidad, lo cual le recordó porque estaba allí....
Su estómago volvía a tener esa sensación de vacío, así que se dispusó a bajar al bar de la pensión, no sin antes coger una de las tarjetas celestiales, Mamá Lola le había dicho que debía pagarle a la hora del desayuno...
Cuando llegó al comedor estaba lleno de gente que como él parecían tener un agujero enorme en sus estómagos...uno de los hombres allí sentados le ofreció asiento junto a él, y Moses no dudó en aceptarlo, debía convivir y aparentar ser normal, si la gente supiese en realidad quien era podría suponerle un problema Allí Arriba. El hombre se llamaba Antonio, y era francamente amable, Moses se limitó a imitarlo en todo lo que hacía, después de todo era su primer desayuno como mortal, le ofreció una taza de café y unas tostadas de mermelada de fresa, que a Moses le parecieron celestiales, que sabor tan dulce y agradable pensó, desde luego podría acostumbrarse a la comida terrestre. Cuando acabaron Antonio se despidió hasta la cena, tenía un nuevo trabajo y no quería llegar tarde así que se fue sin más explicación.
Seguidamente Moses dejó la pensión para ir en busca del niño, según sus cálculos debía de ser sábado, y Benajamín siempre iba al parque los sábados por la tarde, así que hoy por fin encontraría la manera de hablar con él.